Cande Tinelli, bajo la lupa

@jimegol20

Cande Tinelli atravesó todo tipo de cambios en su camino a la adultez. Algunos fueron en torno a su imagen y otros en relación a sus pasiones y su vida personal. La gran mayoría de estos momentos se dieron bajo la mirada pública, y es que el apellido viene acompañado con un nivel alto de exposición. Algo que a Candelaria no le hacía mucha gracia durante su adolescencia. La segunda de los cinco hijos de Marcelo Tinelli siempre fue la más tímida del clan.

Quién hubiera pensado en ese entonces que Lelé, como la apoda su círculo íntimo, compartiría sus opiniones, intereses y noviazgos con más de 4 millones de seguidores en su cuenta personal de Instagram. Hoy, a sus 30 años, Cande ya no huye de la fama, es su canal para difundir una nueva colección de su marca de indumentaria, Madness Clothing, mostrar un nuevo tatuaje, una obra de arte, su amor por los animales y algunos momentos íntimos de su vida privada. Pero con la exposición también hay un lado negativo: la joven diseñadora suele ser blanco de críticas por sus cirugías y cambios de look.

EL ARTE

Desde chica, Candelaria manifestó interés por el arte. En el colegio primario, su materia favorita era plástica. “Todo lo que estaba vinculado al arte me atraía y me llamaba mucho la atención”, contó Lelé en entrevistas. Con 13 años se cambió a un colegio de educación Waldorf con orientación en arte, que incluía talleres de distintas actividades como tejido, hilado, carpintería, jardinería, trabajo en cuero, pintura, arcilla. Al terminar el colegio se anotó en la carrera de veterinaria, motivada por su pasión por los animales, sobre todo por los caballos (practica equitación desde pequeña). Tras poco tiempo de cursada se dio cuenta que lo suyo iba por otro lado. Se anotó en Bellas Artes y comenzó a dedicarle sus horas al pincel.

TRASTORNOS

Recientemente, Candelaria se sinceró sobre la bulimia y anorexia que padeció desde los 17 años. A través de una foto suya publicada en redes sociales, contó que antes “se deprimía” cuando veía sus fotos. “Me ponía ‘obse’ con la restricción de alimentos y si no, vomitaba ‘castigándome’ por ser ‘gorda’”, contó.

IMAGEN

Lejos de negar sus retoques estéticos, Tinelli reconoció sin problemas la rinolastía a la que se sometió años atrás. Sin embargo, nunca se ha pronunciado sobre otros “cambios” que están a la vista de todos y la convierten en víctima de críticas. En los últimos años, Lelé apareció con nuevos pómulos, relleno en sus labios y lo que parece ser un levantamiento de cejas. Cande utiliza su cuerpo como una hoja en blanco en donde expresar su arte, en forma de tatuajes, hobby que comparte con su padre. A través de los años el conteo de marcas de tinta en su piel fue aumentando hasta ocupar todo su cuello, espalda, cola, escote, estómago, brazos y piernas.

EMPRESARIA

Al igual que su hermana Micaela, dueña de Ginebra, Cande lleva adelante su propia marca de indumentaria, Madness Clothing, junto a una socia. Años atrás, había comenzado a relacionarse con la moda al ser convocada por una marca juvenil para realizar una colección cápsula. En medio de la pandemia, Lelé lanzó además juguetes sexuales.

Por J.G.